El juego como terapia psicológica

El juego como terapia psicológica

Por medio del juego, el niño se relaciona con el mundo exterior y el terapeuta puede enseñarle a desarrollar distintos tipos de relaciones interpersonales de diferente naturaleza. Como relación interpersonal, el juego puede utilizarse como a) un medio para romper la resistencia, b) un recurso interpersonal, y c) para enseñar interacciones específicas.

Muchos juegos tienen reglas, que pueden aprovecharse para enseñar al niño a seguir instrucciones, respetar turnos, tolerar mejor la frustración, controlar la impulsividad, permanecer en su lugar, mantener un comportamiento organizado, estrategias cognitivas, mantener la atención y la concentración, estar atento a claves interpersonales para responder de modo socialmente adecuado, etc.

El juego estructurado

El juego estructurado se caracteriza por sus reglas, normas, instrucciones y excepciones preestablecidas con claridad.

a) Juegos de mesa diseñados con fines terapéuticos

Hay numerosos juegos de mesa diseñados con fines terapéuticos. Tienen la ventaja de ser estructurados y elaborados para ser utilizados en ambientes de espacios interiores y reducidos, así como en períodos de tiempo relativamente cortos, de manera que son utilizables en el ambiente clínico y en el período de una sesión de terapia. Existen numerosos juegos para abordar habilidades sociales y relaciones interpersonales; juegos para lograr una adecuada expresión de emociones y sentimientos; juegos para fomentar el autocontrol; juegos destinados a enseñar a los niños empatía y a diferenciar los patrones de comportamiento adecuados de los inadecuados; juegos con estrategias destinadas a mejorar su atención, concentración y organización; juegos de mesa diseñados con el fin de enseñar a los niños a afrontar sucesos traumáticos, con fines terapéuticos también para trabajar problemas de autoestima.

b) Juegos de mesa no diseñados con fines terapéuticos

Estos son juegos populares, tales como ajedrez, damas, damas chinas, dominó, batalla de barcos, tres en raya, Cluedo, juegos de dados, cartas y muchos otros..

c) Juegos de salón o de campo

Existe una gran variedad de juegos de campo que pueden adaptarse a juegos de salón. Sólo se necesita de un ambiente lo suficientemente espacioso como para poder adaptarlos. Algunos ejemplos son los juegos de fútbol, baloncesto y canicas, entre muchas otras posibilidades.

Algunos juegos no recomendados: juegos que generen conductas incompatibles con hablar, detenerse y analizar no parecen recomendables.

d) Juegos de ordenador

El juego no estructurado

a) El juego no estructurado y no directivo

El juego no estructurado y no directivo requiere de un ambiente con muchos juguetes, de manera que el niño pueda elegir, escoger tanto el tipo de juguete como el juego que desee realizar. Esto puede utilizarse fundamentalmente con fines evaluadores y diagnósticos, haciendo observaciones sistemáticas, no estructuradas inicialmente y, luego, operacionalizadas. Sin embargo, en un sentido propiamente terapéutico, es poco probable que un enfoque no directivo se considere realmente de utilidad en las terapias cognitivo-conductuales. El aspecto terapéutico consiste en la reorientación, reorganización, reinterpretación y hasta el reaprendizaje de los sucesos e interacciones que resultan conflictivos para el niño, lo cual es, claramente, directivo.

b) El juego no estructurado y directivo

Una vez que el niño manifiesta temas de conflictos, de relaciones interpersonales, de distorsiones cognitivas u otros, el terapeuta puede reorientar el juego en una dirección terapéutica.

c) El juego espontáneo

Si bien la simple expresión de un conflicto puede no ser suficientemente terapéutico, la manifestación del mismo puede servir para aclararlo, compartirlo o disminuirlo. Y el juego espontáneo puede cumplir esta función en áreas de conflicto que el terapeuta ignora, de manera que el juego espontáneo proporciona la oportunidad para observar conductas, temas o argumentos de juego que pueden arrojar información diagnóstica y/o terapéutica adicional.

El uso terapéutico de los cuentos

El cuento representa la oportunidad de establecer un contexto imaginario dentro del cual es posible introducir los estímulos, personajes, situaciones y relaciones que el niño necesite para su trabajo terapéutico.

a) Cuentos estructurados con fines terapéuticos

Hay numerosos cuentos e historias en libros y vídeos que se han desarrollado con el objeto explícito de enseñar a los niños a lidiar diversos problemas.

b) Cuentos estructurados no diseñados con fines terapéuticos

Cuentos populares de la literatura infantil, que pueden ser utilizados y aprovechados con fines terapéuticos.

c) Cuentos semiestructurados e interactivos

En este tipo de cuentos, el terapeuta introduce algunos elementos y el niño otros, y juntos elaboran el cuento, incluyendo el tema, los personajes, el argumento, la dinámica, los conflictos y el desenlace. El terapeuta escucha la historia del niño y responde con otra similar que incluye una solución más saludable y estrategias más adaptativas para resolver problemas, lo que permite moldear y modelar el pensamiento lógico, racional y positivo, así como proporcionar ideas y estrategias para resolver situaciones conflictivas.