“Programa de Intervención Conductual en Grupo para Padres” de niños y preadolescentes (PICGP; Marinho21, 1999)
La intervención está dirigida a padres que presentan quejas con relación a los comportamientos de sus hijos de edades comprendidas entre 3-11 años.
El grupo pueda estar compuesto tanto por parejas como por uno solo de los cuidadores responsables (padre o madre) del niño. Para la correcta aplicación del programa se sugiere entre 8 y 10 padres, pudiendo extenderse hasta 12 si fuesen todos parejas (6 parejas); el número de niños-objetivo en cada grupo debe estar entre 5 y 8.
Se sugiere también que las familias con niños de 4-6 años y de 7-11 años sean tratadas en grupos distintos debido a las diferencias en los patrones de comportamiento presentados en las diferentes etapas de desarrollo.
El grupo debe ser dirigido pro dos terapeutas, uno actuando como terapeuta y otro como coterapeuta.
En líneas generales, intenta enseñar a los padres a observar y describir el comportamiento del niño y a ser agentes más eficaces de refuerzo, aumentando la frecuencia, la variedad y la extensión de las recompensas sociales hacia el niño y reduciendo la frecuencia de comportamientos verbales competidores, como órdenes, críticas y cuestionamientos.
Aprender a observar y a valorar lo que el hijo hace de adecuado se ha mostrado como una potente estrategia terapéutica.
Es importante resaltar que los padres no son considerados solamente como mediadores en la mejora del comportamiento infantil, sino que ellos mismos son objetivo del cambio terapéutico.
Componentes del programa Los padres deben ser capaces de: | Razones |
Exponer sus expectativas en relación a la intervención | • Aclarar las expectativas que no se cumplirán y organizarse pata atender aquellas que sean viables. |
Conocer el programa y sus objetivos. | • Posibilitar la adherencia de los miembros al programa. |
Adherirse al contrato grupal (horarios, atrasos, faltas, sigilo, etc.). | • Definir las reglas para la participación en el grupo. |
Contar en el grupo las dificultades con su hijo. | • Posibilitar la cohesión del grupo a través de la identificación de las dificultades comunes y de la ayuda mutua entre los miembros. |
Identificar y saber describir el comportamiento infantil adecuado. | • Percibir que el niño no emite solamente comportamientos inapropiados. |
Componentes del programa Los padres deben ser capaces de: | Razones |
• Mejorar la evaluación parental del comportamiento infantil. • Prerrequisito para que el comportamiento adecuado sea reforzado por los padres. | |
Reforzar el comportamiento infantil adecuado. | • Aumentar la frecuencia del mismo. • Posibilitar al niño discriminar entre comportamientos que los padres aprueban y los que desaprueban. • Aumentar la autoestima infantil. • Tornar la interacción padres-hijo más positiva. |
Analizar funcionalmente el comportamiento infantil y parental. | • Considerar las variables contextuales (y no solamente las relacionadas con el niño propiamente) en la comprensión del comportamiento infantil. • Los padres revisarán sus propios conceptos sobre las causas del comportamiento infantil. • Los padres tomarán conciencia y comprenderán su propio comportamiento. |
Diferenciar comportamientos infantiles inadecuados por déficit y por exceso. | • Saber que los comportamientos infantiles pueden ser considerados problema por diferentes motivos y que requieren una intervención distinta. |
Actuar ante los comportamientos inadecuados por déficit: enseñar, reforzar, hacer junto con el niño. | • Actuar para que ocurra el comportamiento infantil adecuado ausente del repertorio del niño. • Aumentar la frecuencia de comportamientos adecuados que el niño presenta ocasionalmente. |
Ignorar el comportamiento inapropiado por exceso que esté mantenido por la atención parental (excepto aquellos que sean peligrosos o destructivos): a) no mirar al niño, no reírse, no fruncir la frente, etc.; b) quedarse en silencio; c) ignorar todas las veces; d) saber que el comportamiento podrá ser más frecuente al principio. | • Disminuir la frecuencia del comportamiento inadecuado mantenido por la atención parental. • Ayudar al niño a discriminar la diferencia de la reacción parental al comportamiento apropiado y al inapropiado. |
Proporcionar consecuencias aversivas adecuadas al comportamiento infantil inapropiado que no esté siendo mantenido por la atención parental. | • La atención diferencial muchas veces no es suficiente para disminuir la frecuencia de determinados comportamientos infantiles inapropiados. • Ignorar el comportamiento infantil inadecuado puede ser reforzador en determinadas ocasiones, dado el coste de la respuesta exigida al niño. |
No criticar al niño. | • No conduce a una disminución de la frecuencia del comportamiento infantil inadecuado. • Frecuentemente aumenta la frecuencia del comportamiento criticado. • Puede afectar a la autoestima del niño y crear una relación padres-hijo desagradable. |
Aplicar procedimientos de solución de problemas. | • Desarrollar habilidades parentales de solución de problemas. • Ayudar a los padres a aplicar en otras situaciones problema lo que aprendieron en el programa (generalización). |
- El PICGP se elaboró para ser desarrollado a lo largo de 12 semanas, con sólo una sesión la mayoría de las semanas. Como los padres saben anticipadamente la duración del tratamiento, pueden programarse para participar en todo él.
- Realización de al menos tres sesiones individuales con los padres antes del inicio de la intervención grupal.
- Realización de sesiones individuales ocasionales con los miembros que se encuentren presentando dificultades a la hora de comprender o aplicar los procedimientos discutidos.
- Mantener contacto telefónico con cada miembro del grupo durante el intervalo entre las sesiones.
- Tener alimento disponible durante las sesiones para los miembros del grupo.
Evaluaciones
Al final de la misma[1]los terapeutas deben ser capaces de indicar o contraindicar la participación de los padres en el grupo, en función:
- del tipo de quejas con relación al comportamiento infantil;
- del análisis funcional de las quejas: ¿el problema puede solucionarse a través de cambios en el patrón de la interacción padres-hijo?, y
- del interés y disponibilidad de al menos uno de los padres para participar en el grupo de intervención.
Evaluación del nivel de estrés, depresión y satisfacción conyugal de los padres, ya que tales factores pueden influir sobre la calidad de la implicación del/la padre/madre en el grupo.
Además de la evaluación de la percepción que los padres tienen de los comportamientos de su hijo (a través de la “Lista del comportamiento infantil” CBCL, de Achenbach, 1991), se deben recoger datos a través del contacto directo con el niño para tener una mayor claridad de cómo se comporta.
El objetivo es observar cómo los padres y los hijos se comportan cuando están juntos. Las observaciones de la interacción padres-hijo pueden ayudar a los terapeutas a identificar patrones de interacción familiar, problemas de comportamiento presentados por el niño, déficit en habilidades parentales necesarias en la educación infantil, además de posibilitar un análisis funcional detallado del caso.
Intervención
En líneas generales, el programa puede ser llevado a cabo a lo largo de 12 semanas, con sesiones de evaluación e intervención.
Grupo de padres
El grupo de padres consta de diez sesiones, una por semana, de 90 minutos de duración cada una.
Sesiones
Más adelante se puede observar el cuadro “Descripción del programa de intervención grupalpara padres ”, al que puntualizamos lo siguiente:
- □ Sesión 2: Desde la segunda sesión se inicia cada una de ellas con la comprobación y la discusión de la tarea para casa, optándose por estrategias en las cuales los grupos puedan participar activamente y no solamente como oyentes. La discusión de esos registros posibilita la identificación de: a) diferencias de valores entre las diferentes familias; b) diferencias y semejanzas entre los niños; c) expectativas de los padres con relación al comportamiento infantil, y d) noción de causalidad del comportamiento infantil: ¿innato o aprendido?
Es importante que los padres discriminen que para funcionar como refuerzo se debe renunciar a presentar de forma concomitante cualquier estímulo verbal que pueda funcionar como crítica o desafío.
En general, en estas semanas iniciales en las que deben actuar frente a los comportamientos adecuados, los padres suelen traer para discusión los comportamientos problema, es decir, los inadecuados. Los terapeutas deben estar atentos para no entrar en esa discusión; pueden recordar y tranquilizar a los padres de que esos comportamientos serán discutidos pronto, pero que es importante para tener éxito empezar por los adecuados.
- □ Sesión 3: En muchos casos, las dificultades de reforzar el comportamiento infantil se relacionan con el patrón comportamental de estos padres, con creencias que mantienen sobre la interacción padres-hijos, con el modelo de padres que recibieron de sus propios padres, etc.
- □ Sesión 4: Deben discutir más detenidamente las concepciones de los miembros sobre las causas del comportamiento infantil. La discusión de este aspecto es importante porque si los padres no consideran que los comportamientos infantiles son aprendidos y mantenidos a través de la relación del niño con su medio, incluyendo aquí la relación con los padres y otras personas de su entorno, no tienen posibilidades de identificar las variables causales del comportamiento-problema ni de aplicar procedimientos eficaces de intervención.
Se debe pedir a los padres que continúen reforzando los comportamientos adecuados presentados por el niño (no necesitan reforzarlos todas las veces, sino intermitentemente); sin embargo, deben estar atentos para no reforzar los comportamientos inadecuados (procedimiento de refuerzo diferencial: reforzar determinadas clases de comportamiento y no reforzar otras).
- □ Sesión 6: Al inicio, se deben realizar actividades que posibiliten el aumento de la empatia de los padres en relación a sus hijos, es decir, que los padres consigan ponerse en el lugar de los hijos y comprender mejor por qué actúan de la forma como lo hacen.
- □ Sesión 7: En esta sesión se debe ayudar a los padres a analizar funcionalmente el comportamiento perturbador de su hijo que todavía no haya sido solucionado y adoptar estrategias de acción. Puede realizarse un análisis funcional de la situación siguiendo las siguientes cuestiones:
- ¿Este comportamiento es realmente inadecuado en esa situación?
- ¿Es inadecuado porque el niño dejó de hacer algo (déficit) o porque hizo algo que no debía de estar haciendo (exceso)
- ?Qué le parece que sucedió para que ocurriese este comportamiento?
- ¿Pasó algo relevante algunas horas antes de que ocurriese el comportamiento?
- ¿Lo que ocurre después del comportamiento (consecuencia) puede estar manteniéndolo?
- ¿Quépodría hacerse para cambiar ese comportamiento?
Se deben discutir todas las situaciones en la séptima sesión y retomadas en la sesión siguiente. Se puede dividir el tiempo de la sesión por el número de niños- objetivo, destinándose un tiempo igual de discusión para cada caso. Todos los miembros debe participar en la discusión de todas las situaciones, de forma que funcione como entrenamiento en analizar funcionalmente situaciones-problema e indicar soluciones.
- □ Sesión 8: Se deben discutir estrategias de acción. Se debe plantear como aspecto básico el que se tiene que enseñar y reforzar para aumentar su frecuencia los comportamientos inadecuados por déficit y que se debe enseñar y reforzar comportamientos más adecuados e incompatibles cuando se trata de comportamientos en exceso.
- □ Sesión 9: La sesión siguiente del grupo se debe marcar para después de 15 días de esta novena sesión. En la semana en la que no habrá sesión del grupo se deben marcar las sesiones individuales con las familias.
- □ Sesión 10: Es oportuno que se marquen sesiones de seguimiento, a los 30 y 90 días después de la finalización del grupo, para confirmación de los resultados y aclaración de dudas.